7 de septiembre de 2010

El trato con los naturales

Al hilo de otras costuras:

La lectura sola de los libros árabes y las reglas gramaticales hubieran sido insuficientes a tamaña empresa [componer una gramática de árabe y un diccionario árabe-español y viceversa] si el trato con los naturales de Tierra Santa y regiones circunvecinas no me hubiese proporcionado el ejercicio y uso de este idioma por dieciseis años continuos con una particular aplicación a su inteligencia.
---Francisco Cañes, Diccionario español latino-arábigo en que siguiendo el diccionario abreviado de la Academia se ponen las correspondencias latinas y árabes, para facilitar el estudio de la lengua arábiga a los misioneros, y a los que viajaren o contratan en África y Levante, Madrid, Imprenta de don Antonio Sancha, 1787, vol. I, iii.
Después de haber expuesto documental y analíticamente lo acaecido respecto a la fraudulenta dependencia intelectual del P. Cañes en relación con las obras del P. Bernardino González, la verdad es que, puestos a ahondar un poco más en el tiempo, se descubre también que esta actitud en el primero, que tan bajo coloca su comportamiento deontológico, ya la venía exteriorizando de tiempo atrás, desde los años en que estudiaba la lengua árabe en el Colegio de Damasco.
---Ramón Lourido, "Estudio preliminar", en Fr. Bernardino González, OFM, Intérprete arábico. Epítome de la gramática arábiga, Madrid, Real Academia de la Historia, 2005, vol. I, 128-9.

4 comentarios :

Jesús dijo...

Me has quitado una cita y me has respondido una pregunta.

PD: Sobre los viceversas lexicográficos y eruditos, quizá interese ahora un artículo que me señalaron al hilo de una conversación. Curiosidades.

Anís del moro dijo...

Muy interesante el artículo. Resintactificación podríamos llamarlo, ¿no? (O relexificación, desde el punto de vista del español.)

Jesús dijo...

Pour ta gouverne: Ramón Lourido y el estudio de las relaciones hispano-marroquíes. Por lo demás, qué pequeño es el mundo: uno empieza en Valencia, sigue en lógica y aparejada consecuencia por la Sevilla más abrasileñada y termina recalando, y sin sospecharlo siquiera, en Marruecos por un enlace con una Murcia, creo, accidental. The more, the merrier.

Anís del moro dijo...

Tengo la obra, gracias, y de hecho estuve a punto de participar en ella, pero mi aportación consistía, en cierto modo, en desvestir a un santo para vestir a otro, y preferí dejarlo para mejor momento (acabo de entregar, por cierto, una reseña a Al-Qantara, donde aludo a ello muy de pasada).

Algo ha llegado a nuestros oídos sobre la pequeñez del mundo (del real y del virtual), sí.

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