22 de julio de 2011

Aisha

"Aïcha, Aïcha... yo te quiero" («عائشة، عائشة... أنا نبغيك») decía una canción de Cheb Khaled (الشاب خالد —últimamente Khaled a secas—), del mismo título, que aún resuena en mi cabeza.

Aisha (otra transcripción habitual del mismo antropónimo) es también el nombre de la fundición (que no fuente) de inspiración magrebí creada por Titus Nemeth y que aparece en la imagen que encabeza esta entrada, de un simpático pero ficticio Code de la route en árabe marroquí, que a veces pasa por ser el único texto publicado en dicho dialecto (las siglas ESAD corresponden a la Escuela Superior de Arte y Diseño de Amiens, donde este tipógrafo da clases). Y no hace falta ser un entendido en tipografía árabe, creo, para concluir que Aisha es de lo mejorcito en un género, el de las fundiciones árabes de estilo magrebí, hasta no hace mucho escaso, pero que, poco a poco, va cobrando interés: en 2005 Hakim Ghazali (حكيم الغزالي) obtuvo con la fundición que lleva su nombre el primer premio, en la categoría de caligrafía, del Primer concurso Linotype de diseño de tipos árabes. Ahora existe incluso una interesante iniciativa, impulsada por Youssef Jabri (يوسف الجابري), para desarrollar fundiciones de estilo magrebí gratuitas y de gran calidad, que ya ha dado algún que otro fruto, y hasta es posible tropezar con una curiosidad como Chinguitty, una fundición basada en la caligrafía tradicional mauritana.

Fragmento de Las mil y una noches (ألف ليلة وليلة) compuesto en el tipo Aisha
Con todo, aún no son muchos, al parecer, los tipógrafos que cultivan este estilo. "Vergüenza le da a uno verdaderamente", dice de hecho Aissam Hamoud (عصام حمود) en su blog, "al enterarse de que el diseñador que ha trabajado sobre uno de los tipos de letra árabes más difíciles que hay, con semejante ingenio y creatividad, no es un árabe", como tampoco lo es, p. ej., Thomas Milo, fundador de DecoType en 1985, y desde entonces figura indispensable en el panorama de la tipografía digital árabe: T. Nemeth nace en Mödling, muy cerca de Viena, en 1983; y en Barcelona vive el tipógrafo Andreu Balius, al que este año le han dado la medalla de bronce de los European Design Awards en la categoría de tipos de letra originales por su multilingual Al-Andalus.

Rabat. Fundición de Youssef Jabri en estilo magrebí simple (مغربي مبسوط)
No sería de extrañar, habida cuenta de que Nemeth enseña en la Escuela Superior de Artes Visuales de Marrakech (ESAV), que en breve le salgan allí discípulos capaces e interesados en seguir sus pasos; ojalá que alguno también en la línea high quality free de Y. Jabri, aunque la tipografía es, ni que decir tiene, un oficio, aparte de una vocación. Yo mismo, que soy un aspirante a aficionado, alcanzo a comprender que crear una fundición, y más aún si se hace en formato OpenType, supone un esfuerzo ímprobo. Una vez tuve la peregrina ocurrencia de diseñar una tipo vintage, inspirada en "la imprenta árabe de Codera" y en "el genial proyecto de reformar la complicada y numerosa caja de la tipografía árabe, que consta de 200 tipos, reduciéndola al inverosímil número de 24 punzones", que en palabras de Asín Palacios "concibió y realizó" su maestro, Julián Ribera:
Este nuevo sistema tipográfico, verdadera revolución en el arte de la imprenta árabe, fue llevado a la práctica en el año 1909 por la casa Gans, de Madrid, sobre dibujos debidos al ingeniero y arabista Prieto Vives, colaborador de Ribera; y desde esa fecha, todos los textos árabes que en España han visto la luz pública han sido impresos ya con esa caja, propiedad de la escuela. El invento, que de tal debe ser calificado, no pasó, huelga decirlo, las fronteras. Su falta de divulgación en el Oriente, donde mayor utilidad reportaría para la prensa periódica, lo ha reducido dentro de España a meros servicios eruditos. Para industrializarlo, hacen falta capitales que a los arabistas no sobran.
---M. Asín Palacios, "Introducción", J. Ribera, Disertaciones y opúsculos, Madrid, 1928, I, p. cxiii-cxiv.

"El maestro (الشيخ) Francisco Codera Zaidín y su discípulo Julián Ribera Tarragó"
Bibliotheca Arabico-Hispana, X, Zaragoza, 1895
Y puedo dar fe de la envergadura de la tarea, porque, una vez escaneados los modelos y después de varios tropiezos con las famosas curvas de Bézier... finalmente desistí de mi peculiar propósito de homenaje, si bien es verdad que entonces no tenía el estímulo de esta breve introducción de Nemeth a la creación de tipos árabes. Tampoco sé muy bien, todo sea dicho, qué habría hecho con la fundición resultante, de valor ciertamente más sentimental que estético, y si luego habría sido capaz de ampliar la familia, p. ej., con las tipografías, inconfundibles, de la revista Al-Andalus.

Tipografías árabes y latinas de los números 1 (1933) y 33 (1968) de la revista Al-Andalus
Ya entrados en materia pero volviendo al tema de la entrada, no está de más indicar que la versión latina de Aisha contiene los caracteres de transliteración más utilizados por los arabistas, aunque tal vez sea mejor destacar, como hace la publicidad del vendedor, que:
The Latin version of Aisha is one of the very rare designs in which style and feel of the Arabic version shaped the direction of the Roman letters, rather than the commonly found inverse direction.
Lástima, y ésta es probablemente la única recomendación que puede hacérsele a Nemeth, que Aisha no contenga el bloque U+2D30–U+2D7F de Unicode o, dicho de otro modo, el alfabeto tifinagh (ⵜⵉⴼⵉⵏⴰⵖ). Con la reciente constitucionalización del bereber en Marruecos, es de esperar que cunda el uso de esta grafía combinado con la árabe y la latina. Por otra parte, al carecer de ligaduras, tanto diseñar como añadir los nuevos tipos sería sencillo, es decir, en comparación con lo ya hecho, y no cabe duda de que la incipiente tipografía del tifinagh lo agradecería.

2 comentarios :

Anónimo dijo...

Lo que más me gusta del alifato árabe es lo estilizado y cuidado de las caligrafías - de hecho, mi sueño es aprender a hacer caligrafías utilizando el kalem -, y creo que fue, además, un factor clave en mi entusiasmo por aprender árabe (algo que al final no pudo ser).

Me parecen muy bonitos estos tipos magrebíes, me encanta el uso de la curva y el trazo "divertido" de la letras, inspira juventud. Espero que el alfabeto tifinagh empiece a ver una proliferación de las fuentes y tipos para el ordenador que le den más versatilidad. De momento, las fuentes de la página que has enlazado, me parecen muy "rígidas" como el "Times New Roman" o el estilo "nashk"; sin embargo creo que pueden salir tipos muy chulos, me encanta la estética casi "de otro mundo" que tiene alfabeto tifinagh.

Anís del moro dijo...

La cuestión no es baladí, porque, como sabrás, la escritura tifinagh empleada en la actualidad es en gran medida puro revival de mayo del 68. Aunque en Marruecos se hayan localizado bastantes inscripciones en este alfabeto, podría decirse que el estándar adoptado por el IRCAM tiene más de reivindicativo que de histórico. Al tipógrafo, por tanto, le faltan referencias, y las muestras conservadas en piedra no es que sean muy sugerentes.

Yo creo que una fundición tifinagh inspirada en la caligrafía árabe magrebí resultaría muy vistosa, y qué mejor que aprovechar el esfuerzo de Nemeth, que ha sabido hacerlo con la grafía latina, sólo que hay militantes del amazig (como en Irán los hay del فارسى سره) que reniegan de todo lo que huele a árabe, y ellos, dudo que la apreciaran.

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